Con el paso de los años pueden aparecer distintos síntomas causantes del dolor y el cansancio en las piernas, así como otros trastornos relacionados con la sensación de hormigueo y frío en las extremidades. ¿Puede deberse a la circulación sanguínea?

Estos síntomas pueden ser provocados por la incapacidad de las venas a realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón.

La correcta circulación sanguínea es importante para mejorar la capacidad de regular la temperatura corporal, disminuir el desgaste del corazón y por lo tanto, reducir las probabilidades de padecer problemas cardiovasculares.

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CAUSAS DE MALA CIRCULACIÓN EN LAS PIERNAS
Existen diferentes causas que provocan una mala circulación sanguínea, algunos están relacionados con malas costumbres que hemos adquirido con el tiempo, otras, en cambio, pueden ser hereditarias:

Malos hábitos como fumar, beber alcohol, mala alimentación y llevar una vida sedentaria: la falta de movimiento crea dificultad ene el retorno de la sangre hacia el corazón.
Enfermedades que provocan la presión arterial alta y colesterol alto.
Obesidad o sobrepeso: dificultan el retorno venos y en consecuencia es más fácil que aparezca hinchazón y cansancio en las piernas.
Estrés: provoca el aumento de la presión arterial, así que hay mucha tensión en las paredes de las venas. Además, también puede provocar el aumento del colesterol y los triglicéridos, elementos perjudiciales para el corazón.
Factores genéticos que han sido heredados o enfermedades crónicas. Pueden salir enfermedades como hipertensión.
El embarazo: durante la gestación se produce más líquido para mantener la irrigación de la placenta. en consecuencia, dificulta la buena circulación de la sangre en las venas. También se produce la hormona relaxina que provoca la dilatación de la venas por lo que se hace más difícil el retorno de la sangre al corazón.
Envejecimiento: de forma natural, los vasos sanguíneos envejecen y ya no trabajan con la misma eficiencia.
¿Cómo saber si tengo problemas vasculares?
Existen diferentes signos de aviso para detectar la mala circulación sanguínea, te especificamos los más típicos:

Arañas vasculares: se trata de vasos sanguíneos pequeños que adquieren un color roja y se ven por debajo de la piel. Tienen forma de tela de arañas y no sobresalen.
Varices y piernas hinchadas: las varices son venas hinchadas debajo de la piel y aparecen porque las paredes y válvulas venos estan debilitadas o dañadas.
Hormigueo o calambres en los pies: puede haber acumulación de grasa que dificultan el flujo sanguíneo.
Cambio del tamaño y color de las uñas a causa de falta de oxígeno.
Cambio en el color de la piel a causa de alteraciones cutáneas.
Agotamiento y pesadez en las piernas porque los nutrientes no llegan correctamente a los pies.
Demasiado calor o frío en los pies porque la sangre no tiene un buen retorno.
Piel muy seca.
Cicatrización de las heridas muy lenta.
Calambres muy fuertes.
CÓMO MEJORAR LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA
A continuación te ofrecemos una lista de hábitos saludables que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea de tu organismo.

EJERCICIOS PARA LA CIRCULACIÓN
Es importante mantener una vida activa: Evita permanecer de pie, quieto o sentado durante largos periodos de tiempo.

Si tu trabajo o estilo de vida son sedentarios, puedes realizar actividades sencillas como levantarte cada 2 horas para ir al baño o beber agua para mantener una correcta circulación de la sangre.

También es aconsejable mover los pies hacia un lado y hacia el otro. Cuando puedas, pon las piernas en alto durante unos minutos al día para favorecer el movimiento de los fluidos que obstaculizan la correcta circulación sanguínea. Es aconsejable practicar deporte de manera regular.

Algunos ejercicios moderados como caminar diariamente, nadar o ir en bici ayudan a activar el riego sanguíneo.

Después de realizar ejercicio, podemos aplicar agua fría en las pantorrillas y hacer un masaje con crema hidratante para aliviar la sensación de pesadez y así activar el retorno sanguíneo.
ALIMENTOS PARA MEJORAR LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA
Para la correcta circulación de la sangre es fundamental llevar una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales, reduciendo al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos.

Además, existe una amplia lista de alimentos que tienen propiedades que favorecen la circulación de la sangre.

El consumo de cítricos -alto contenido en vitamina C- contribuye a evitar el exceso de grasa en la sangre.

El ajo, el apio y la cebolla también son alimentos primordiales para una buena circulación ya que evitan la formación de coágulos.

Otros alimentos básicos que contribuyen a que nuestras venas y arterias estén más sanas son el tomate, el mango y las almendras ya que contienen una sustancia llamada licopeno que estimula la circulación de la sangre.

Existen otros alimentos como el aguacate, el jengibre y la cúrcuma que también ayudan a mantener una circulación fluida.

Pero ante todo, se recomienda mantener el cuerpo hidratado, bebiendo controladamente entre 1,5 y 2 litros de agua diarios para eliminar toxinas en la sangre, estimular la digestión y mejorar el suministro de nutrientes a las células.

PLANTAS PARA FAVORECER LA CIRCULACIÓN
Existen una amplia variedad de hierbas y plantas medicinales que pueden ayudar a mejorar la circulación de la sangre.

Algunas de ellas como la cola de caballo, la ortiga, el espino, la aquilea, las flores de tilo, el romero o el ginkgo reducen la retención de líquidos y proporcionan un alivio notable a las piernas cansadas e hinchadas, ayudando a sentirnos más ligeros en nuestro día a día.