El nivel alto de azúcar en la sangre ocurre cuando tu cuerpo no puede transportar eficazmente el azúcar de la sangre a las células.

Cuando no se examina, esto puede ocasionar la diabetes.

Un estudio de 2012 reportó que 12% y 14% de adultos en Estados Unidos tenía diabetes tipo 2, mientras que entre 37% y 38% se clasificaron como prediabéticos.

Esto significa que el 50% de todos los adultos en Estados Unidos tiene diabetes o prediabetes.

Aquí encontrarás 15 formas fáciles para reducir naturalmente los niveles de azúcar en la sangre:

1. Haz ejercicio regularmente
El ejercicio regular puede ayudarte a perder peso e incrementar la sensibilidad a la insulina.

El incremento en la sensibilidad a la insulina significa que tus células pueden usar mejor el azúcar disponible en tu torrente sanguíneo.

El ejercicio también ayuda a tus músculos a usar el azúcar en la sangre para tener energía y mejorar la contracción muscular.

Si tienes problemas con el control del azúcar en la sangre, deberías verificar tus niveles de manera rutinaria. Esto te ayudará a conocer cómo responder a las diferentes actividades y a evitar que tus niveles de azúcar en la sangre suban demasiado o bajen demasiado.

Las buenas formas de hacer ejercicio incluyen levantamiento de pesas, caminar a buen ritmo, correr, manejar bicicleta, bailar, caminar, nadar y más.
2. Controla tu ingesta de carbohidratos
Tu cuerpo convierte los carbohidratos en azúcares (principalmente en glucosa) y luego la insulina los mueve hacia las células.

Cuando ingieres demasiados carbohidratos o tienes problemas con la función de la insulina, este proceso falla y los niveles de la glucosa en la sangre suben.

Sin embargo, existen varias cosas que puedes hacer al respecto.

La Asociación Americana de Diabetes (ADA, en inglés) recomienda controlar la ingesta de carbohidratos o usar un sistema de intercambio de alimentos.

Algunos estudios determinan que estos métodos también pueden ayudarte a planificar tus comidas adecuadamente, lo cual puede mejorar adicionalmente el control del azúcar en la sangre.

Muchos estudios también han demostrado que una dieta baja en carbohidratos ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre y a evitar los picos.

Lo que es más, una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre a largo plazo.

Puedes leer más en este artículo sobre alimentación saludable para diabetes baja en carbohidratos.
3. Incrementa tu ingesta de fibra
La fibra reduce la digestión de carbohidratos y la absorción de azúcar. Por estas razones, promueve un incremento más gradual en los niveles de azúcar en la sangre.

Además, el tipo de fibra que ingieres puede jugar un papel.

Existen dos clases de fibra: insoluble y soluble. Aunque ambas son importantes, la fibra soluble específicamente ha demostrado que promueve niveles más bajos de azúcar en la sangre.

Adicionalmente, una dieta alta en fibra puede ayudar a manejar la diabetes tipo 1 al mejorar el control del azúcar en la sangre y reducir las bajas del azúcar en la sangre.

Los alimentos que son altos en fibra incluyen vegetales, frutas, legumbres y granos integrales.

La ingesta diaria recomendada de fibra es de aproximadamente 25 gramos para las mujeres y 38 gramos para los hombres. Eso es aproximadamente 14 gramos por cada 1,000 calorías.
4. Bebe agua y permanece hidratado
Beber suficiente agua puede ayudarte a mantener tus niveles de azúcar en la sangre dentro de los límites saludables.

Además de prevenir la deshidratación, ayuda a tus riñones a drenar el exceso de azúcar en la sangre a través de la orina.

Un estudio observacional demostró que las personas que beben más agua tenían un riesgo menor de desarrollar niveles altos de azúcar en la sangre.

Beber agua regularmente rehidrata la sangre, reduce los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de diabetes.

Ten presente que el agua y otras bebidas no calóricas son las mejores. Las bebidas endulzadas con azúcar aumentan la glucosa, impulsan el aumento de peso e incrementan el riesgo de diabetes.
5. Implementa el control de las porciones
Controlar las porciones ayuda a regular la ingesta de calorías y puede ocasionar pérdida de peso.

Por consiguiente, controlar tu peso promueve niveles saludables de azúcar en la sangre y se ha demostrado que reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Monitorear los tamaños de las porciones también ayuda a reducir la ingesta de calorías y posteriores picos de azúcar en la sangre.

Aquí encontrarás unos consejos útiles para controlar las porciones:

Mide y pesa las porciones.
Usa platos más pequeños.
Evita los restaurantes con menús “come todo lo que puedas”.
Lee las etiquetas de los alimentos y verifica los tamaños de las porciones.
Mantén un diario de alimentos.
Come despacio.
6. Elige alimentos con un índice glucémico bajo
El índice glucémico se desarrolló para evaluar la respuesta del azúcar en la sangre del cuerpo a los alimentos que contienen carbohidratos.

Tanto la cantidad como el tipo de carbohidratos determinan cómo una comida afecta los niveles de azúcar en la sangre.

Se ha demostrado que ingerir alimentos con índice glucémico bajo reduce los niveles de azúcar en la sangre a largo plazo en los diabéticos tipo 1 y tipo 2.

Aunque el índice glucémico de los alimentos es importante, la cantidad de carbohidratos consumidos también lo es.

Los alimentos con un índice glucémico bajo incluyen los mariscos, carne, huevos, cereales, cebada, frijoles, lentejas, legumbres, batatas, maíz, camotes, la mayoría de las frutas y vegetales sin almidón.
7. Controla los niveles de estrés
El estrés puede afectar tus niveles de azúcar en la sangre.

Las hormonas como glucagón y cortisol se segregan durante el estrés. Estas hormonas hacen que los niveles de azúcar en la sangre se incrementen.

Un estudio demostró que el ejercicio, la relajación y la meditación redujeron significativamente el estrés y bajaron los niveles de azúcar en la sangre en los estudiantes.

Los métodos de ejercicio y relajación como yoga y reducción del estrés basada en la conciencia pura también pueden corregir los problemas de secreción de insulina en la diabetes crónica.
8. Monitorea tus niveles de azúcar en la sangre
“Lo que se mide se controla”.

Medir y monitorear los niveles de glucosa en sangre también puede ayudarte a controlarlos.

Por ejemplo, mantener un registro te ayuda a determinar si necesitas ajustar tus comidas o medicamentos.

También te ayuda a determinar cómo reacciona tu cuerpo a determinados alimentos.

Intenta medir tus niveles todos los días y mantener un registro de las cifras en un diario.
9. Duerme suficiente y bien
Dormir suficiente se siente maravilloso y es necesario para la buena salud.

Los malos hábitos de sueño y la falta de descanso también afectan los niveles de azúcar en la sangre y la sensibilidad a la insulina. Pueden incrementar el apetito y promover el aumento de peso.

La privación del sueño disminuye la liberación de las hormonas del crecimiento y aumenta los niveles de cortisol. Ambos juegan un papel importante en el control del azúcar en la sangre.

Además, dormir bien se trata tanto de cantidad como de calidad. Es mejor dormir una cantidad suficiente y de alta calidad todas las noches.
10. Ingiere alimentos ricos en cromo y magnesio
Los niveles altos de azúcar en la sangre y la diabetes también están vinculados a las deficiencias de los micronutrientes.

Los ejemplos incluyen las deficiencias de cromo y magnesio.

El cromo se encuentra en los carbohidratos y el metabolismo graso. También ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre; la falta de cromo puede predisponerte a la intolerancia a los carbohidratos.

Sin embargo, los mecanismos detrás de esto no se conocen por completo. Los estudios también informan hallazgos mezclados.

Dos estudios de pacientes con diabetes mostraron que el cromo tenía beneficios para el control del azúcar en la sangre a largo plazo. Sin embargo, otro estudio no demostró beneficios.

Los alimentos ricos en cromo incluyen la yema de los huevos, productos de granos enteros, cereales altos en salvado, café, nueces, arvejas, brócoli y carne.

El magnesio también ha demostrado beneficiar los niveles de azúcar en la sangre, y la deficiencia de magnesio se ha relacionado a un riesgo mayor de desarrollar diabetes.

En un estudio, las personas con la ingesta más alta de magnesio tuvieron un riesgo menor de 47% de convertirse en diabéticas.

Sin embargo, si ya ingeriste suficientes alimentos ricos en magnesio, entonces probablemente no te beneficiarás de los suplementos.

Los alimentos ricos en magnesio incluyen hojas verde oscuro, granos enteros, pescado, chocolate oscuro, bananas, aguacates y frijoles.